Heridas en la piel

Tratamiento de heridas en niños
Cuando un niño se hace una herida, por lo general se produce sangrado en la zona de la lesión. Las recomendaciones son parecidas a la de los adultos, según explica la doctora Conchita Míguez Navarro, pediatra de Urgencias del Hospital Universitario Gregrorio Marañón de Madrid, son:



Si el niño tiene una pequeña herida y sangra poco:
Lavar la zona con agua a chorro para limpiar la suciedad.
Lavarla con un jabón suave y enjuagarla completamente.
Secar la herida con gasas a pequeños toques y de dentro a fuera sin frotarla.
Una vez seca se puede aplicar un antiséptico (clorhexidina al 2% o povidona yodada).
Se puede cubrir con una banda adhesiva esterilizada ('tirita') o cinta de gasa esterilizada y examinarla diariamente. Si la tirita se moja, retirarla y utilizar una nueva.
En cuanto la herida comience a cicatrizar formando una costra, no hace falta seguir cubriéndola.
Sobre las heridas de los más pequeños no se debe tampoco usar algodón, alcohol, polvos o pomadas.
Si la herida sangra mucho debido a un corte grande o golpe fuerte:
Lavar cuidadosamente con agua (para ver mejor la herida y poder apreciar su tamaño.
Para frenar el sangrado, presionar de manera directa y uniforme sobre la zona durante cinco minutos con gasas estériles o con un paño limpio utilizando la palma de la mano sobre la gasa o el paño.
Si se puede, elevar la parte del cuerpo del niño que esté sangrando a un nivel más alto que su corazón. No se debe aplicar un torniquete. Durante este tiempo, no se es necesario revisar la herida o quitar coágulos de sangre que pueden haberse formado en la gasa.
Si la sangre empapa la gasa, no debe retirarla. Utilizar otro trozo de gasa encima de la anterior y continuar ejerciendo presión sobre ella.
Si hay objetos clavados no se deben extraer ya que pueden estar taponando la herida y evitando el sangrado.
Si el niño tiene dolor se le puede dar un medicamento para aliviar al niño (ibuprofeno o paracetamol).

No hay comentarios:

Publicar un comentario