Entrenamiento para el control de esfínteres



Entrenamiento control de esfínteres 
El control de esfínteres es una cuestión física y neurológica que depende totalmente del niño.  En cada niño, el momento para poder hacerlo es diferente.  Requiere de la mielinización que regula esta área del cuerpo y, además de la maduración de la vejiga.  Este, se da primero en las niñas aproximadamente entre el año y medio y los dos años y medio de edad.  Para la mayor parte de los niños se da entre los 2 y 3 años de edad. Lo que el niño sí puede aprender es a hacer pipí y popó en el lugar apropiado para ello.  En este aspecto, los adultos cercanos a él sí pueden intervenir.  A esto es a lo que llamamos entrenamiento para ir al baño.  Este es un aprendizaje que no tiene una gratificación obvia para el niño, para lo cual requerimos de su disposición para cooperar.
 

¿CUÁNDO SABER QUE ES EL MOMENTO PARA INICIAR EL ENTRENAMIENTO?

 Las señales se dan en tres niveles:

 Físicas: - Sabe saltar en dos pies y bajar los escalones sin ayuda
                        - Amanece seco después de la siesta.

 Neurológicas:     - El niño es capaz de sentir, anticipar, contraer músculos,                                  desvestirse.
                                - Muchísima coordinación.  (Ana Serrano)
                                      - Coincida con gran interés por verter y vaciar.

 Emocionales: - Ha pasado la fase de la angustia de separación, “dejar ir”
                             -          Tiene ganas de “crecer”.
                             -          Pasó la etapa del negativismo
                             -          Está en una época emocional estable (no hermanitos, etc.)
                             -          Mamá también está dispuesta

¿CÓMO SE DA EL ENTRENAMIENTO?
Antes de haber observado las señales, se pueden hacer algunas cosas, no para acelerar el proceso, sino para prepararlo para cuando esté listo.  Algunas actividades que el adulto puede hacer con el niño son:
-          Darle una nica y explicarle para qué se utiliza
-          Leerle cuentos, sentar a un muñeco, ver revistas, etc.
-          Dejar que te vea ir al baño y qué hacer
-          Dejar que él le jale al excusado
-          Mostrarle su popó y vaciarlo frente a él
-          Sentarlo vestido en la bacinica
-          Jugar con barro, plastilina, masita
-          Verter agua o granos dentro de un recipiente a otro: goteros, esponjas, etc.
-          Enseñarle el vocabulario
 



¿Cómo podemos ayudar al niño a conseguir el control de esfínteres?
 Pasos a seguir:
  1. Durante unos días anotaremos las horas en las que el niño suele orinar o hacer caca.
  2. Empezar el programa de entrenamiento QUITÁNDOLE EL PAÑAL y poniéndole en el orinal media hora antes de la que hemos anotado en períodos no superiores a dos horas. NO volver a PONER EL PAÑAL aunque tengamos que estar cambiándole continuamente.
  3. Descubrir las señales del niño: El niño puede dar signos del niño concretos no verbales de que quiere hacer pis (se mueve, cruza las piernas, se lleva las manos al pubis,…) o caca (se pone rojo, se encoge,…) Cuando lo inicie, dígaselo para que se dé cuenta de ello: “(nombre del niño/a), me parece que tienes ganas de hacer caca ahora ¿verdad?”
  4. Establecer una rutina, llevándolo al cuarto de baño a intervalos regulares (empezaremos con intervalos inferiores a 2 horas y progresivamente, cuando hayamos conseguido que haga pis iremos aumentando progresivamente). Acompañarlo junto con alguna lectura, juguete o canción, haciéndole agradable su permanencia en el WC, pero nunca obligándolo. Es importante que los padres acompañen siempre al niño a hacer pipí / caca y le enseñen cómo hacerlo.
  5. Cuando el niño haga pipí o caca en el WC lo celebraremos con una alabanza. Si no, no pasa nada. Pero se puede decir que “otro día” o “la próxima vez” hará caca en el orinal como los niños mayores. Nunca debemos culpabilizar al niño, amenazándolo, riñéndole, comparándolo con hermanos u otros niños o ridiculizándolo por haberse hecho pipí o caca encima. Recordar que cada niño tiene su propio ritmo.
  6. Y por la noche…
  • Una vez conseguido el control durante el día, retiraremos el pañal de la noche ¡Definitivamente!
  • Recordar que es muy importante que los niños se acostumbren a hacer pis siempre antes de acostarse.
  • Es posible que los primeros días no aguante toda la noche seco, en ese caso procuraremos despertarle a media noche, para que haga pis conscientemente en el WC. Si vemos que está mojado, la siguiente noche lo levantaremos un poquito antes.
  • Para ayudarle a controlar el pis durante más tiempo, es conveniente jugar durante el día a soltar y retener el pis varias veces cada vez que vaya al WC.
 



PASOS A SERGUIR EN EL ENTRENAMIENTO

1. Antes de los 15 meses, el niño se orina y hace popó de manera automática.  No sabe qué se va a hacer ni que ha se ha hecho.  Si está denudo, ni siquiera voltea a ver el piso pues no se da cuenta que fue algo que él produjo.  Aún no está listo para la nica.

2. Alrededor del año y medio (en las niñas) hace una conexión muy importante, voltea a ver el charquito.  Hizo la conexión de la sensación de orinar o de4fecar con lo que produjo.  Sabe lo que ha hecho, pero aún no sabe cuándo lo va a hacer.  Ahora está listo para conocer la nica, no para usarla.  En este momento se le introduce diciéndole para qué sirve y que él la usará cuando sea lo suficientemente grande para no usar pañales.  Puede sentar a un muñeco, sentarse él para ver qué se siente, leerle un cuento, etc.

3. El niño ya se da cuenta de que está a punto de hacerse, más que el haberse dado cuenta de que ya se hizo.  Por ejemplo, se esconde, se pone rojo por el esfuerzo, se agacha, etc.)  Si él quiere, puede escoger hacerlo en la nica. (Es más fácil reconocer el popó que el pipi). Si en este punto coopera para sentarse en la nica, quiere decir que está listo emocionalmente par a hacerlo y, posteriormente será más fácil empezar con la orina.  Si no la quiere usar, no lo presiones pero sígueselo proponiendo.

4. Si pasa tiempo en el que no quiere usar la nica para hacer popó pero te das cuenta de que van varios días en que amanece seco después de la siesta; es decir que no se hizo pipi y además puede esperar unos momentos después de darse cuenta de que quiere hacer, déjalo un rato desnudo después de la siesta. Sugiérele ir a la nica, o si se sienta pero no hace nada,  déjalo otro rato desnudo sin hacer comentarios.  Deja la nica cerca y dile que la puede usar cuando sienta ganas.  Si tiene éxito, felicítalo sin hacer grandes alborotos y ponle nuevamente el calzón entrenador o el pañal. En este punto tu primera meta es dejar que experimente algunos “éxitos”.


5. Una vez que ya han pasado varios días de “éxitos casuales”, quítale el pañal o calzón entrenador durante todo el día, cuando esté despierto y en la casa. Coméntale tranquilamente que estará más cómodo desnudo para poder jugar y que la nica estará cerca por si la necesita.  En este punto habrá varios accidentes.  No regañes ni califiques, dile algo como “la próxima vez iremos más rápido”.

6. Una vez que el niño usa exitosamente la nica, ponle calzones normales y, para la mayor parte de los niños, el entrenamiento continúa de manera tranquila a partir de este punto.  Cada día habrá menos accidentes.

7.- El niño se está dando cuenta de que usar calzones es mucho más cómodo que los pañales o calzones entrenadores, tiene mayor libertad de movimiento. Por otro lado es más sencillo y rápido ir al baño a la nica que dejar que le cambien el pañal.  Estos factores le ayudan a estar más consciente de su necesidad de ir al baño y hacer algo al respecto… avisarte o correr a la nica. Si le estás continuamente recordando e insistiendo constantemente que tiene que ir, estás interfiriendo en su propio proceso y, por otro lado, iniciamos una lucha de control que fue lo que se quiso evitar desde un principio.
 

 


Vídeos para la ayuda del control de esfínteres

 







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